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Enrique V de Inglaterra |
En el año 1415, un jovencísimo rey de Inglaterra llamado Enrique V decidió retomar de nuevo los litigios que tenia Inglaterra con Francia en el contexto de la Guerra de los 100 Años.
Tuvo que esperar tan solo dos años después de su coronación, para que el joven Lancaster aprovechándose de los ataques de locura del rey Francés Carlos VI y de de la guerra civil entre los Duques de Borgoña y Orleans, decidiera invadir el reino de Francia y así reclamar todos los territorios pertenecientes a la corona inglesa.
En muy poco tiempo Enrique V, pudo organizar una gran flota y modernizar a su ejercitó con nuevas armas sobre todo de artillería. Todo estaba dispuesto para que en el mes de septiembre de 1415 partiera rumbo hacia Francia y así iniciar la campaña.
El primer objetivo del Lancaster fue la ciudad francesa de Harfleur, situada en uno de los estuarios del rio Sena. La particularidad de dicho asedio fue que los ingleses utilizaron por primera vez en su historia la artillería para el derribo de los muros de la ciudad estuaria.
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Carlos VI de Francia |
Enrique V consiguió tomar la ciudad pero a un precio muy elevado de bajas entre sus hombres, por eso el joven monarca decidió replegarse hacia la ciudad portuaria de Calais, que por aquel entonces estaba en mano de los ingleses, para conseguir refuerzos y poder pasar el invierno allí.
Pero lo que Enrique V no sabía era que siguiéndole los pasos estaba un ejército francés al mando del Duque de Orleans y del Condestable de Francia. Ambos ejército coincidieron en los campos de Agincourt el 24 de octubre, vísperas de la Fiesta de San Crispín. El panorama era desolador para las fuerzas inglesas que tenía unos 6.000 hombres frente a los 40.000 hombres que tenía el ejército francés, poco a poco el desanimo creció en el campamento de Enrique V cuando este pronunció un discurso que animaría a sus hombres en la batalla y que luego más tarde recogería Willian Shakespeare en su obra “Enrique V” el discurso fue el siguiente:
Westmoreland: -¡Ah, si tuviéramos aquí siquiera diez mil ingleses como esos de los que hoy están inactivos en Inglaterra!
Enrique V: -¿Quién expresa ese deseo? ¿Mi primo Westmoreland? No, mi simpático primo; si estamos destinados a morir, nuestro país no tiene necesidad de perder más hombres de los que somos; y si debemos vivir, cuantos menos seamos, más grande será para cada uno de nosotros la parte del honor. ¡No desees un hombre más, te lo ruego! (...) No quería exponerme a perder un honor tan grande, que un hombre más quizá podría compartir conmigo. Por eso, ¡no ansíes un hombre más! Proclama, antes, a través de mi ejército, Westmoreland, que puede retirarse el que no vaya de corazón a esta lucha; se le dará su pasaporte y se pondrán en su bolsa unos escudos para el viaje porque no quisiéramos morir en compañía de un hombre que temiera morir como un compañero nuestro.
Este es el día de San Crispín. El que sobreviva a este día y vuelva sano y salvo a su casa, se izará sobre las puntas de los pies cuando se mencione esta fecha, y se crecerá por encima de sí mismo al oír el nombre de San Crispín. El que sobreviva a este día y llegue a la vejez, cada año, en la víspera de esta fiesta, invitará a sus amigos y les dirá: «Mañana es San Crispín». Entonces se subirá las mangas, y, al mostrar sus cicatrices, dirá: «Recibí estas heridas el día de San Crispín». Los ancianos olvidan, pero incluso quien lo haya olvidado todo recordará aún las proezas que llevará a cabo hoy. Y nuestros nombres serán para todos tan familiares como los nombres de sus parientes y serán recordados con copas rebosantes de vino: el rey Enrique, Bedford y Exeter, Warwick y Talbot, Salisbury y Gloucester. Esta historia la enseñará un buen hombre a su hijo, y desde este día hasta el fin del mundo la fiesta de San Crispín nunca llegará sin que a ella vaya asociado nuestro recuerdo, el recuerdo de nuestro pequeño ejército, de nuestro pequeño y feliz ejército, de nuestra banda de hermanos. Porque quien vierta hoy su sangre conmigo será mi hermano; por muy vil que sea, esta jornada ennoblecerá su condición. Y los caballeros que permanecen ahora en el lecho de Inglaterra se considerarán malditos por no estar aquí, y será humillada su nobleza cuando escuchen hablar a uno de los que haya combatido con nosotros el día de San Crispín.
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Esquema de la Batalla de Agincourt |
Y aconteció el dia de la batalla 25 de octubre de 1415, Enrique V dirigió a sus hombres a un enorme campo entre dos bosques cerca de la población de Maisancelle. Allí lo desplegó de la siguiente manera; sus hombres de armas en el centro mientras que los arqueros estarían en ambos flancos. El joven Lancaster pensó que la caballería gala atacaría de frente por eso mando a sus hombres que construyeran una empalizada de estacas para así poder contener a la caballería.
Mientras tantos los franceses sorprendidos de que Enrique V le echara cara, decidieron un plan de ataque que era el siguiente: 1) Atacar a los arqueros ingleses con la caballería y ponerlos en fuga, 2) Crear confusión atacando por la retaguardia y 3) Avanzar con la infantería y caballería hasta establecer contactos y derrotarlos.
Bajo este panorama comenzó la batalla, el ataque de la caballería fue rechazado por los arqueros ingleses la mayoría de ellos galeses, en este ataque la creme de la creme francesa murió. El ataque de la retaguardia también fue rechazado produciendose acto seguido una gran matanza donde los soldados ingleses salieron vencedores.
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Los protagonistas: los arqueros ingleses |
El panorama después de la batalla fue desolador para los franceses que perdieron 10.000 hombres frente a los 1.513 que había perdido los ingleses, también cayeron en manos de Enrique V 1.500 prisioneros entre los que estaban el Duque e Orleans.
Año más tarde en 1420 se firmó el Tratado de Troyes, en el cual Carlos VI reconoció todos los territorios ingleses y además permitió que Enrique V se casara con su hija menor Catalina y que este reconociera al Lancaster como su legítimo heredero. Este tratado pudo suponer el final de la Guerra de os 100 años, pero la guerra continuó debido a la muerte prematura de Enrique V cuando tenía tan solo 35 años.
http://www.youtube.com/watch?v=ztchk-xKeZQ&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=Z1GDRx-F1C0&feature=related
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